"aunque el autor se presenta como un bufón, no le gusta ese
papel, hace reír pero para abrir los ojos y proponer una actitud: no hay que seguir aceptando nada que no sea aceptable. Ha asumido el papel de bufón, pero no lo es. Está solo «abufoneado». Se
permite hacer bromas: «Con todo, generalizar es siempre peligroso, y mucho más en Latinoamérica donde por lo general todo es general». Pero eso es un instante, en lo que insiste es en «que haya
conciencia en vez de paciencia».
MARÍA JOSÉ PIZARRO - HABLEMOS DE TEATRO - RADIO ADN